Los Incoterms se clasifican en diferentes tipos que determinan las responsabilidades y obligaciones de las partes involucradas en una transacción comercial. Estos términos son esenciales para garantizar la claridad en el transporte y la gestión de costos.
Estos términos son aplicables a cualquier modalidad de transporte y ofrecen una flexibilidad significativa para exportadores e importadores.
En este término, el vendedor pone la mercancía a disposición del comprador en su propio establecimiento. A partir de ahí, el comprador asume todos los costos y riesgos relacionados con el transporte. Esta opción se considera la más básica y coloca la mayor responsabilidad sobre el comprador, quien debe organizar el transporte, los trámites aduaneros y cualquier otro costo que surja en el camino.
El vendedor entrega la mercancía al transportista designado por el comprador, asumiendo los costos y riesgos hasta que la mercancía se ha entregado a dicho transportista. A partir de ese punto, el riesgo se transfiere al comprador. Este término es útil para quienes desean que el vendedor se encargue del transporte hasta el primer punto de salida pero no hasta el destino final.
El vendedor paga el costo del transporte de la mercancía hasta un lugar acordado. Sin embargo, el riesgo se transfiere al comprador en el momento en que la mercancía es entregada al primer transportista. Esto significa que el vendedor cubre los costos de transporte, pero el comprador asume el riesgo asociado desde la entrega a la transportadora.
Este término es similar al CPT, pero con una diferencia significativa: el vendedor también está obligado a contratar un seguro para la mercancía durante el transporte. Esto proporciona una mayor seguridad al comprador, ya que tiene garantizada la cobertura por eventuales daños o pérdidas durante el trayecto.
El vendedor asume todos los riesgos y costos hasta entregar la mercancía en un lugar acordado, sin incluir el descargue. Aquí, el vendedor se encarga de la logística hasta el destino, pero no de los trámites de importación o descarga, que son responsabilidad del comprador.
Diferente al DAP, en este caso el vendedor entrega y descarga la mercancía en el lugar acordado. El vendedor asume todos los costos y riesgos hasta que la mercancía haya sido descargada y entregada. Esto proporciona un nivel adicional de servicio al comprador, quien recibe la mercancía lista para ser utilizada.
Este es uno de los términos más completos, ya que el vendedor se hace cargo de todos los costos y riesgos, incluyendo impuestos y derechos de importación. El comprador recibe la mercancía en su lugar de destino, sin tener que preocuparse por los trámites aduaneros o cualquier otro costo adicional. Es ideal para aquellos que desean una experiencia sin complicaciones.
Estos términos son exclusivos para el transporte marítimo y tienen reglas específicas que deben seguirse para asegurar el envío seguro y eficiente de mercancías por esta vía.
El vendedor coloca la mercancía junto al buque en el puerto de embarque. Desde ese momento, el riesgo se transfiere al comprador, quien asume la responsabilidad por el envío a partir de allí. Este término es común en transacciones donde las mercancías deben estar disponibles justo al lado del barco preparado para su carga.
El vendedor carga la mercancía a bordo del buque designado por el comprador en el puerto de embarque. A partir del momento de la carga, el riesgo y los costos se transfieren al comprador. Este término obliga al vendedor a contratar el transporte hasta que la mercancía esté en el barco, lo que proporciona seguridad al comprador al momento de la entrega.
En este caso, el vendedor cubre el costo del transporte marítimo hasta el puerto de destino. Sin embargo, el riesgo se transfiere al comprador en el momento de la carga de la mercancía en el barco. Esto significa que aunque el vendedor asume costos de flete, el comprador debería estar preparado para cualquier eventualidad durante el tránsito.
Este termino incluye los costos de flete y el seguro de la mercancía durante el transporte marítimo. El vendedor asume los riesgos y costos hasta el puerto de destino, pero el riesgo se transfiere al comprador en el momento de la carga. Esto proporciona al comprador la tranquilidad de estar asegurado durante el viaje marítimo.